Fiesta de los sentidos al jardín de Sandra

Macedonia es una odisea inolvidable para el viajero moderno, un aventurero orientado hacia la comida, listo y de mente abierta para nuevas experiencias deliciosas. Nuestra comida impresiona con la riqueza de sabores auténticos, sobre todo, gracias al sol y al suelo fértil. Sin embargo, la búsqueda de sabores auténticos continua con un retorno a la tradición, esa inagotable sacristía de tesoros gastronómicos.

Sandra de Bitola es la mujer guardiana del patrimonio gastronómico macedonio. Ella redescubre y continúa la tradición, inspirándose en sus verdaderas obras maestras en la mesa, que son un verdadero placer para todos los sentidos. Es la mujer que hasta ahora ha entretenido a más de 600 turistas en el gran jardín que rodeado las casas de varias familias. Es la mujer que no habla ningún idioma extranjero, aunque entiende inglés y ama el idioma francés, pero como dice:

cuando alguien ama a la gente, cuando alguien quiere transmitir algo, no se necesitan palabras. Con mímicos, gestos, o no sé cómo, estás transmitiendo lo que quieres. En pocas palabras, las personas sienten que son amadas, codiciadas y bienvenidas.

Evitando líneas rectas

Sandra es una ama de casa enérgica, que no (quiere) seguir ningún estándar.

Desde que era una niña, no quería seguir ningún orden. No quiero líneas rectas. No quiero que nadie me diga que tengo que hacer. Estas cosas me mantienen en un solo lugar. Soy una mujer con una vista amplia, cómo decir, con mente abierta. Quiero probar todo, dice ella.

Cuando la preguntamos cuál era su plato favorito, Sandra pensó por un momento... No tengo un plato favorito, algo que como más o menos, simplemente, como todo. Cuando lo pienso, me gusta mucho la sopa de cordero, siempre me ha gustado y la adoro. Me gustan los rollos de repollo (un alimento tradicional envuelto con hojas de vid o de repollo, los adorooo. En una comida puedo comer de 12 a 15 sarmi. Amo demasiado el queso y no puedo imaginar la vida sin él. Y la carne. Aunque, según mi grupo sanguíneo, no debería comer carne ni queso. Pero también rompo esta regla. Otro ejemplo que no vivo según algunas reglas escritas.

El primer intento culinario de Sandra fue cuando tenía 14-15 años. Ella decidió hacer pastel ‘’indijanka’’. Su madre estaba limpiando en casa, y estaba ansiosa por comenzar a hacer el pastel, así que comenzó sola, según la receta escrita. En lugar de un pastel, el resultado, dice ella, fue "teganica" (un tipo de masa casera).

El experimento falló. Bueno, un poco con el filete estaba cubierto, pero no era el pastel. Aún así, se comió. Desde entonces he tenido cuidado de no tirar la comida. También veo siempre eso que no me salió en la cocina como debería de aprovecharlo de alguna manera. Solo cuando pienso que la gente no tiene nada para comer y que yo tiro la comida, eso me cae bien y me siento mal.

Tanto el segundo como el tercer intento tuvieron un destino similar. El segundo intento fue pizza para el entonces su novio, ahora su esposo - Toni, con quien han estado juntos durante 37 años. La pizza salió pan, pero Toni se la comió dulcemente. El tercer intento: helado, algo que parece agua de nuez. Sin embargo, Sandra no se rindió ... En el fondo sabía que llevaba los genes culinarios.

Y cuando me casé, no sabía qué hacer. Solo algunas cosas básicas. Seguí llamando a mis padres por teléfono. Yo diría: ¿Hola, jefe de la cocina? Y pediría la receta de un huevo frito, un almuerzo, un postre, un hojaldre... Mi difunto abuelo solía decir que mi madre de nada estaba haciendo algo, y mi padre fue un maestro de mesas caseras y hojaldre y postres. Simplemente, sabía que tenía raíces tanto de aquí como de allá.

Mientras Sandra estudiaba derecho, trabajaba a tiempo parcial en una boutique de ropa.

Parece que mi oficio es innato. Cuando estoy sentada y pensando, en realidad estoy calculando dónde puedo poner el comercio. El viejo dueño de la boutique se echó a reír. Él diría: Bueno Sandra, te daremos basura, y la venderás.

Después de un tiempo, ella misma decidió abrir una boutique. Durante muchos años el trabajo fue como ella dice en ese momento

como si el Señor hubiera caminado sobre la tierra.

Había mucho trabajo, tuvieron que ir a Turquía dos veces, y a veces tres veces al mes para comprar ropa para la boutique, y en Grecia también... Sin embargo, después de los días dorados, hubo una crisis y un momento en que Sandra se dio cuenta de que ya no podía trabajar sola. Ella decide cerrar la boutique. Pero la pasión comercial no termina ahí.

Muchas veces, ahora que voy a una boutique, sin darse cuenta continúo vendiendo a otros clientes. O voy a doblar la ropa ... Eso es, cuando decimos que es la deformidad profesional.

Según Sandra, el comercio y la gastronomía, aunque tienen una apariencia diferente, de alguna manera están entrelazados. De alguna manera vinieron y me superpusieron, no es que tuviera ningún deseo particular de esto o aquello ... Simplemente me encontré aquí y me di cuenta de que siempre habían estado en mi sangre. Ella no termino la Facultad de Derecho. Consegui solamente DEUG (dos años). Comencé tercer año, aprobé el coloquio de derecho penal y todo se paró hasta aquí.

Nunca supo exactamente qué quería ser. Ella solo sabía que debería estar conectado con el arte y la creatividad. Para crear algo de la nada. Sandra disfruta en el proceso de creación, la hace feliz y plena. Esa es su mayor satisfacción.

En la familia de Balkan Prime Tours

La familia cercana Pechalevi - Sandra, el esposo Toni y los hijos Ivana y Alexandar, siempre han sido conocida por sus magníficas fiestas en el jardín de Bitola. Siempre hemos hecho fiestas aquí y vamos a continuar haciéndolas. Comer una buena comida, beber, bañarse en la piscina... Disfrutamos estar rodeados de personas, simplemente atraemos a las personas.

Hace casi dos años, Ivana realizó una gira por los Balcanes con los franceses, que incluyó a Macedonia.

Creo que había 26 personas. Ella me llamo y me dijo: Mamá, como venimos en Bitola con el grupo, vamos a venir y tomar un café en el jardín. Le dije, vengan, no me asusten. Los franceses pensaron que era broma, pero Ivana hablaba en serio. Y ellos vinieron. Todo el grupo a pie desde la Torre del Reloj, y los dos primeros llevaban una gran olla de azaleas (todavía la tengo). El responsable del grupo, que también escribía obras de teatro, me dio un discurso en la entrada, que las lágrimas fluyeron ... Y deja eso, todos me abrazaron y besaron, de alguna manera, espontáneamente.

Aunque los invitados (sin previo aviso) solo acudieron al "aperitivo", mientras tanto Sandra preparó y sacó todo lo que había en las dos mesas del jardín: ginjinha, nocello, limoncelo (vishnovka, orehovka) ... bebidas, diferentes tipos de dulce de frutas – almibarado (slatko) de higos, frambuesas... cruasanes, hojaldres, duraznos, albóndigas, alitas de miel, piros... pastel... Los franceses estaban encantados. La cena programada en Ohrid fue cancelada.

Después de algún tiempo, en julio del año pasado, Ivana llamó a Sandra nuevamente "oficialmente":

Mamá, ¿quieres invitados japoneses? Ella estuvo de acuerdo, pero con gran reserva. Los franceses son de alguna manera similares a nosotros, pero los invitados japoneses todavía eran un poco desconocidos para mí. Acepté, y cuando pienso a algo que quiero hacer, lo hago. Los invitados llegaron y entraron al jardín. Créeme, si unas hormigas habrían pasado, habrían hecho más ruido. Estaban tan callados y la mesa era un cañón. Había de todo en la mesa, porque al principio no sabía qué hacer y es por eso que cocine mucho y diferente tipo de comida. Había sacado artículos antiguos, el patio estaba cubierto de alfombras. Ellos vienen y solamente toman fotos.

Los japoneses no mostraron emoción. Como dice Sandra, ellos blancos y ella todavía más blanca (pálida). Ella esperaba alguna reacción emocional de sus caras.

Después de tomar un montón de fotografías, se sentaron a las mesas y comenzaron a comer. Y comieron con dulzura. Cuando vi las sartenes tan vacías, mi alma lentamente se calmó. Saqué la fruta, en forma de un pastel muy hermoso, y acabo de escuchar: Aaaa ... Un verdadero delirio de gente japonesa aparentemente tranquila vino cuando traje el pastel con la bandera japonesa. Solo entonces se me vino la sangre a la cara: jadeé, sonreí y supe que podía entretenerlos y hacerlos sentir satisfechos.

Anteriormente, Vlatko le había mencionado repetidamente a Sandra que ella ya era parte de la familia Balkan Prime Tours, pero de alguna manera lo entendió más como una conversación.

Vlatko había venido con Ivana a nuestra casa, así que nos conocimos. Para él, simplemente no tengo palabras. Todo lo que digo sobre él es poco. No es que lo quiero, ¡lo adoro! Todo lo que puede ser lo mejor, lo mejor y lo más, lo más en este mundo, le deseo. ¿Y seguramente se preguntan por qué? Porque él no ve solo para sí mismo. Él ve su equipo que esté una gente hermosa con calidad, y cómo sería el equipo exitoso, si él mismo no da un buen ejemplo ... El ve para todos, no solo para sus empleados, sino que también ve a las familias de los empleados que estén involucrados en el trabajo. Por lo tanto, el equipo de Balkan Prime Tours es una familia en el verdadero sentido de la palabra. Todos estamos felices y contentos, gracias a Vlatko.

Y así comenzó ese trabajo.

Platos vacíos, alma llena

Aunque la familia Pecalevi se preguntaba en repetidas ocasiones si cambiar el espacio para los turistas - para encerrar o dividir el jardín, para alquilar otro espacio, todavía concluyeron que el almuerzo perdería su autenticidad. Eso es.

Después de que los invitados han sido anunciados, comienzan los preparativos para su bienvenida - mercado, cocinar, poner la mesa, decorar...

El mercado es responsabilidad de Toni. En caso de que esté buscando algo específico, si he tramado de hacer algo específico, voy yo. Toni compra todo, eso es una gran ayuda. Literalmente no sé cuánto cuesta ni el queso ni el pan ...

Cada vez que está libre, Sandra se desarrolla lo más posible en la cocina, especialmente hace diferentes tipos de hojaldritos, ya que eso se tiende a congelarse (hojaldritos diferentes, pizzas, algunos artículos decorativos). Toda la otra comida es fresca. Los frijoles los hace el día anterior, al igual que los pimientos rellenos. El día en que llegan los invitados, se levanta a las 4-5 de la mañana y prepara todos los platos. En general, lleva dos o tres días prepararse completamente.

Bueno, ahora sucede que, a último momento, me viene algo a la mente y empiezo a hacerlo y prepararlo, ese es mi hábito.

La tarea del hijo Aleksandar, que estudia en la Facultad Técnica – Bitola y trabaja, es poner las mesas y quitar los platos y utensilios del jardín.

Para poner la mesa, no tengo fe en nadie, dice Sandra entre risas. Quiero configurar todo como imaginé yo que debería ser. Ivana me pregunta por qué no estoy pidiendo ayuda a alguien. Sí, necesito ayuda para comprar y ajustar las mesas, pero tengo esa ayuda de Toni y Aleksandar. Como lo decoraré, nadie más puede hacerlo. Tal vez el otro se adaptará más bellamente, pero no será como yo quiero que sea y como lo he imaginado. Ese puede ser mi lado negativo de alguna manera, pero esa soy yo.

En el jardín de Sandra, el patio siempre está decorado de manera diferente, nunca el mismo ...

Sus especias son su lado débil, porque siempre tienen un gran juego. Ella los adora y los plantó ella misma en el jardín detrás de la casa.

Salvia, romero, albahaca, perejil ... y todo lo que más uso. Los planto todos y los tengo. También tengo frambuesas. Y tomates. Tengo un pequeño espacio detrás de la casa que se aprovecha al máximo. Puedes ver algo mis macetas aquí también. Aquí están las calabazas. En las flores se esconden frutas y verduras.

Los invitados ya están en las puertas. Son recibidos con el tradicional cóctel típico macedonio de frutas a base de ron.

Cada fruta se pone en ron con azúcar y es una receta antigua, no sé cuántos años. Los huéspedes también pueden ser recibidos con ginjinha, nocello, limoncello… Me importa que el cóctel sea casero, no practico y no quiero que sea comprado. Después les ofrezco sentarse y luego paso con la repostería casera tradicional, es algo como el macún (dulce de frutas). Por lo general pongo dos o tres tipos del dulce de frutas - calabaza, albaricoques, higos ... La mesa siempre está lista con todos los platos, incluido el principal. Todo es listo, no quiero ser mesera.

Cada mesa en el jardín de Sandra es diferente:

para los invitados siempre preparo lo tradicional: frijoles, pimientos rellenos... Pero cada temporada trae algo diferente. Cuando llega el otoño o principios de la primavera, tengo podvarok (plato tradicional con repollo), sarma - hojas de vid o de repollo con arroz o con arroz y carne... Hago pimientos secos rellenos de nueces ... El plato principal siempre es algo más o menos tradicional. Frijoles necesarios, y el otro es estacional. Me encanta que todos se ponen en los platos todo lo que gustan, cuándo quieren y cuánto quieren. Después de eso, sirvo el pastel de frutas y finalmente el postre más importante – el pastel ravanija para ser tradicional.

Finalmente llega el pastel con la bandera del país de donde provienen los invitados.

Eso es mi lado fuerte, como una marca protegida solamente para ellos. Preparo un pastel con su bandera para todos los invitados, lo que causa vítores magnificas porque no lo esperan. Todo esto les da la sensación de que son los invitados deseados. Por lo tanto, al respetar a su país, creo que mejor represento a nuestro país Macedonia como un hogar de buena comida, pero, sobre todo, como un país cálido lleno de hospitalidad.

La idea de la bandera proviene del padrino de boda que vive en el mismo patio.

Debo decir esto. El padrino era un entrenador profesional de baloncesto en el equipo nacional. El me contaba que cuando fueron a Pula y a otros lugares, estaban preparando una sorpresa y llevando un pastel con una bandera. Entonces, le ,,robé’’ esa idea. Los pasteles de banderas son de su mérito.

Toni está a cargo de las bebidas.

Doy la bienvenida a personas de todo tipo de comida, les daré mi alma, pero me olvido de la bebida. Si no piden, ni siquiera les daré agua, bromea Sandra. Si Toni no está aquí por casualidad, me llamará diez veces: Sandra, tienes vino allí, tienes jugo allá. Mencionará todo lo que tengo y donde se encuentra. Somos muy complementarios aquí.

Personas y recuerdos

Sandra también tiene un libro de impresiones en lo cual los invitados escriben sus impresiones. La idea para el libro surgió de las dos búlgaras, originarios de Bulgaria, que vinieron con Vlatko y Svetle, quien también es parte de la familia Balkan Prime Tours.

Las italianas estaban muy felices de estar aquí. Hablaban búlgaro y era muy fácil comunicarse con ellas, decirles lo que realmente sentía y escuchar mi voz y la emoción de lo que estaba diciendo. Tomaron una servilleta y escribieron sus propias impresiones. Desde entonces, me inspiré y comencé a ejecutar este cuaderno para obtener impresiones. Les digo a los invitados: Escriben todo lo que es bueno o no. También me gustaría algunas críticas negativas, en el sentido de que si echa de menos algo: ajo, cebolla, cuchara, plato ... Pero hasta ahora todo ha sido positivo. Ivana me los traduce, porque yo no los entiendo, Sandra se ríe.

Si tuviera la oportunidad de escribir sus impresiones, eso sería que ella es contentísima de la forma en que los turistas ven las cosas cotidianas para nosotros. Los franceses están llegando. Aquí, en el patio tuvimos la leña. Los ven y me preguntan si pueden tomar fotos. Les dije - libremente. Todo lo que les impresiona, nosotros ni siquiera lo miramos. Están sorprendidos por la jarra que está aquí, o las macetas que las había dejado. Para ellos, todo es una experiencia. Lo que nosotros no vemos, lo que tenemos a diario, eso lo que no nos viene a la mente, eso es que atraería la atención de ellos.

Otro evento a principios de otoño, cuando es hora de ajvar.

Principios de octubre ... Hacemos zimnica, allí en ese lado del patio. Los invitados ven el ajvar como lo hacemos, lo cual es una experiencia real para ellos. También querían intentar de ayudar y mezclar al ajvar, sacamos fotos de sus caras sonrientes llenas de emoción...

Para Sandra, esta mujer que disfruta cocinar en cualquier momento del día o de la noche, que se pone de pie para hacer lo que imaginaba, su mayor satisfacción es cuando ve las sartenes vacías y cuando su esposo le pregunta: ¿Qué? ¿Todo se comió?, y ella contestará - ¡Todo! ¡Nada quedo para nosotros!

Poco antes del fin de nuestra conversación, le preguntamos a Sandra cómo se le ocurrían nuevas recetas y si estaba siguiendo lo que sucedía en el mundo.

Siempre he estado en restaurantes en el país y en el extranjero, ordenando la comida que me gusta hasta que descubro todos sus ingredientes a través del sabor. El televisor siempre está en "24 kitchen" o series turcas. ¡También amo a Jamie Oliver! ¿Pero por qué la serie turca? Simplemente me fascina esa forma de familia, por ejemplo, cuando la familia tiene que reunirse para el desayuno, el almuerzo y la cena.

Sandra está abierta a nuevos consejos y recetas. La primera vez haré el plato como me dicen o como lo veo. Pero la segunda vez, siempre sumo o resto algo, lo hago por mi cuenta.

Por último, Sandra, como buena anfitriona, para nosotros no preparó platos tradicionales macedonios, ya que conocemos esos sabores de las recetas de nuestras madres y abuelas. Nos ofreció una deliciosa combinación de cocina macedonia con otros tipos de cocinas. En la mesa en el jardín de Sandra hoy tuvimos un menú:

 - Rum-punch;
 - Dulce de higos;
 - Ensalada de sandía, queso de cabra, acelgas, menta, balsámico y limón;
 - Pan turco;
 - Hojaldre de repollo;
 - Kiflicki (tipo de hojaldre);
 - Pitulici con ajo, nueces, queso y cacahuetes batidos;
 - Fokacha;
 - Alitas de pollo al horno con salsa de miel y mostaza;
 - Sorpresa de pollo en latas de aluminio;
 - Moussaka griega con bechamel, calabacín, berenjena, papa, carne (y la especia secreta que   
   descubrimos pero que no diremos ...);
 - Pastel de frutas;
 -  Macetas de chocolate;
 - Baklava;
 - Ravanija Pastel.

Sandra ama todos los sabores.

Cuando siento la comida picante, suave, salada, agria, para mí es una fiesta en el paladar.

Y nosotros, creemos, hoy hemos probado el umami. Quinto sabor, que indica una conexión y un sentido de unidad con la comida. Dicen que el umami es secreto. Se combina con otros sabores y encapsula lo que siente el consumidor. No hay una palabra adecuada para traducirlo, pero umami podría describirse mejor como el sabor sabroso y dulce, es decir, el sabor de "A la Sandra".